Ingredientes
- 1 manojo de espárragos verdes
- 1 cebolla
- 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharada de mantequilla
- 2 cucharadas de harina normal
- 300 g de leche
- 2 huevos
- 1 pizca de sal
- 1 pizca de pimienta molida
- Queso para rallar
Elaboración
- Limpia los espárragos y quítales la parte dura, que es la más fibrosa. Reserva las puntas y corta el tallo en pequeñas rodajitas.
- Pon a hervir agua en un cazo, con una pizca de sal. Hierve las yemas de los espárragos durante 4 minutos. Pásalas a un cuenco con agua muy fría para que conserven un bonito color. Escúrrelas y reserva.
- Pela la cebolla y pícala. Pon en una sartén 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra y ponla al fuego. Cuando esté caliente, pocha la cebolla. Añade a continuación los tallos de los espárragos y 4 cucharadas de agua de la cocción de las yemas de los espárragos, pon una tapadera y deja cocer unos 8 minutos. Retira la tapa y deja que se evapore el líquido.
- Precalienta el horno a 200ºC.
- Funde la mantequilla en un cazo, añade la harina y remueve durante 1 minuto. Vierte la leche templada poco a poco y remueve con unas varillas hasta que espese. Salpimienta.
- Agrega el sofrito de la cebolla y los tallos de los espárragos. Bate los huevos, añádelos también y mezcla bien.
- Engrasa 4 flaneras con mantequilla. Espolvórealas con pan rallado para que se desmolden bien. Vierte la masa y hornea unos 22 minutos a 200ºC. Sirve con las yemas de espárrago coronando los pastelitos salados.
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