1 kilo y medio de patatas pequeñas, redondas e igualitas, 5 puñados generosos de sal gruesa marina, Agua. Para el mojo, 4 dientes de ajo, 2 guindillas piconas, 1 cucharilla de cominos en grano, 1 cucharilla de pimentón, 4 cucharadas de vinagre, 15 cucharadas de aceite de oliva y sal gorda al gusto.
Poner la patatas lavadas en una cacerola con tapa y echar agua, pero sin que llegue a cubrirlas. Añadir la sal, pero ¡ojo! reservar un puñado para más tarde.
Poner a hervir a fuego alegre, medio tapadas. El tiempo de cocción es de unos 20 a 25 minutos. Hay que estar pendiente para que queden cocidas pero que no se rompan, porque quedarían inservibles. Cuando nos parezca, pinchar la patata, y si está cocida, tirar el agua dejando menos de un dedo de la misma.
Echar el último puñado de sal y ponerlo de nuevo al fuego. Cuando el agua que queda se evapora, darles una vuelta con cuidado, y veremos que la sal va formando una costra. Cuando esté evaporada toda el agua, y la patata se quedé un poco arrugailla, está hecha. Si no se han roto estarán perfectas, nada saladas.
Echar el último puñado de sal y ponerlo de nuevo al fuego. Cuando el agua que queda se evapora, darles una vuelta con cuidado, y veremos que la sal va formando una costra. Cuando esté evaporada toda el agua, y la patata se quedé un poco arrugailla, está hecha. Si no se han roto estarán perfectas, nada saladas.
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