Ingredientes (para 2 personas)
- 500 g de almejas frescas
- 2 dientes de ajo
- 1 cebolla pequeña
- 1 vaso de vino blanco seco (150 ml)
- 1 cucharada de harina de trigo (opcional, para espesar)
- 1 hoja de laurel
- Perejil fresco (picado, para decorar)
- 1 guindilla seca o pimienta cayena (opcional, si prefieres un toque picante)
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal (al gusto)
- Pan crujiente (para acompañar y mojar en la salsa)
Preparación
Limpieza de las almejas:
- Coloca las almejas en un bol con agua fría y sal durante 2 horas para que suelten la arena. Cámbiales el agua al menos una vez.
- Escurre y enjuaga bien las almejas bajo el grifo.
Preparación de la salsa:
- En una sartén amplia, añade 3-4 cucharadas de aceite de oliva y calienta a fuego medio.
- Añade los dientes de ajo picados finamente y la cebolla también picada. Sofríe hasta que la cebolla quede transparente.
- Si deseas un toque picante, agrega la guindilla seca en este punto.
Incorporar las almejas:
- Añade las almejas a la sartén y remueve bien para que se mezclen con el sofrito.
- Agrega la hoja de laurel y 1 cucharada de harina (opcional, para espesar la salsa). Cocina durante 1 minuto removiendo.
Vino blanco:
- Vierte el vino blanco y sube ligeramente el fuego. Tapa la sartén y deja cocinar durante unos 5 minutos, hasta que las almejas se abran por completo.
- Si alguna almeja no se abre, descártala.
Toque final:
- Espolvorea perejil fresco picado por encima y prueba para ajustar de sal.
Presentación:
- Sirve las almejas en un plato hondo o cazuela de barro, acompañadas con pan crujiente para mojar en la deliciosa salsa.
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